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El pan en la cuaresma

En un país como el nuestro donde la Cuaresma es un periodo que tiene cierta observancia, el pan cobra más relieve.

Se dice que con el incremento de la ingesta de pescado sube también el del pan, conjunto con la abstinencia de carne en viernes o los ayunos voluntarios. De ahí que el propio pan sea algo tan recurrido como elemento en la mesa siempre presente.

Igualmente el pan se convierte en algo muy utilizado a la hora de elaborar algunas preparaciones típicas de estos días, como lo son las torrijas, de las que ya hablamos el año pasado. Pero sin duda la base de pan, ya sea como pan de molde en los menos tradicionales, o la miga gruesa de los más afines a la costumbre están presentes sin duda, para su remojo, fritura, cobertura con miel o azúcar… Y es que la torrija es una delicia atemporal que se da en toda España y en esta época mucho más, íntimamente ligada al calendario y con el pan como base.

No es lo único que se prepara en estas fechas con base de pan.

Por un lado tenemos el pan de Cuaresma o bollos de cruz (hot cross buns) que es algo muy popular en países como Reino Unido, Irlanda, Nueva Zelanda o Australia, y que también es muy tradicional porque se realiza en estas fechas. Es un pan dulce con especias y pasas. Cuenta la tradición uqe estos panecillos ya se comían antes del Cristianismo y que fue la reina Isabel I de Inglaterra la que prohibió la venta de estos panecillos fuera de los días de Navidad y Viernes Santo. Solían comerse recién salidos del horno con un poco de mantequilla (de ahí lo del «hot»).

Otro de los bollos tradicionales, más bollo que pan, es el panquemado, toña, pa socarrat o fogaza, típico de la zona valenciana, que es un dulce esponjoso de corteza oscura y casi quemada (de ahí el nombre) y cuyo sabor recuerda al roscón de reyes.

 

Estos son solo unos pocos. ¿Conoces algún pan típico de estas fechas?